El Malbec es una variedad de uva tinta originaria de la región de Cahors en el suroeste de Francia. Durante mucho tiempo, esta cepa fue utilizada en mezclas de vino en Burdeos, aunque su protagonismo en esta región disminuyó con el tiempo debido a su susceptibilidad a enfermedades y condiciones climáticas adversas.
A mediados del siglo XIX, la viticultura en Sudamérica comenzó a desarrollarse significativamente gracias a la influencia de inmigrantes europeos, especialmente franceses. Fue en este contexto que el Malbec llegó a Chile, introducido por viticultores y enólogos que buscaban nuevas tierras y climas donde cultivar diversas cepas europeas.
En Chile, el Malbec encontró un hogar temporal, pero no fue aquí donde alcanzaría su máximo potencial. En nuestro país, el Malbec se desarrolló primeramente en el Parque de la Quinta Normal, donde trabajaron varios viticultores y agrónomos para adaptar dicha cepa a los suelos y climas de Sudamérica, entre ellos el francés Michel Aimé Pouget.
Domingo Faustino Sarmiento, político y educador argentino, había estado exiliado en Chile por la inestabilidad política de su nación. En Chile trabajó en varios proyectos educativos, culturales y científicos, entre ellos impulsó la viticultura en el Parque de la Quinta Normal de Santiago.
Ya de vuelta en Argentina, Sarmiento tenía el ambicioso objetivo de transformar la industria vitivinícola del país. Domingo Faustino Sarmiento promovió la creación de la Quinta Normal de Agricultura de Mendoza, y junto con el gobernador de la ciudad Pedro Pascual Segura, contrataron a Michel Aimé Pouget, un agrónomo francés que había trabajado en Chile, para llevar a cabo este proyecto. Sarmiento junto a Pouget introdujeron y mejoraron diversas variedades de uvas en Argentina, entre ellas el Malbec.
Pouget se convirtió en el primer director de la Quinta, que sentó las bases para la posterior creación de la Escuela Nacional de Agricultura de Argentina. En la Quinta Agronómica Pouget investigó las distintas variedades de semillas y descubrió que el Malbec era particularmente apto para el suelo argentino, en particular en Mendoza, de ahí, poco a poco, el Malbec comenzó a expandirse por el vecino país.
A diferencia de Francia, donde el Malbec enfrentaba desafíos significativos, en Argentina encontró un clima ideal y suelos fértiles que permitieron que la uva prosperara. La región de Mendoza, en particular, se destacó como el epicentro de la producción de Malbec, gracias a sus condiciones óptimas: altitudes elevadas, abundante sol, y suelos aluviales.
Durante el siglo XX, el Malbec se consolidó como la variedad insignia de Argentina. Los viticultores locales perfeccionaron las técnicas de cultivo y vinificación, lo que llevó a un aumento en la calidad y reconocimiento del vino Malbec argentino a nivel mundial.
En las últimas décadas, Argentina ha logrado posicionarse como uno de los principales productores de vino Malbec, exportando millones de botellas a mercados internacionales. Este éxito ha llevado a que el Malbec sea reconocido no solo como una variedad de uva, sino como un símbolo de la viticultura argentina.
Aunque el Malbec tiene sus raíces en Francia y una breve historia en Chile, fue en Argentina donde encontró su verdadera identidad y gloria. Hoy en día, el Malbec es sinónimo de vinos argentinos de alta calidad y es celebrado tanto en su país adoptivo como en todo el mundo.
En reconocimiento a Michel Aimé Pouget, desde el año 2011, Argentina ha decidido rendirle homenaje anualmente con una celebración especial conocida como el Día Mundial del Malbec. Esta festividad se conmemora cada 17 de abril, fecha en la que, en 1853, se presentó oficialmente el proyecto para crear la Quinta Agronómica de Mendoza –la primera escuela de agricultura del país– donde Pouget sentaría las bases de la vitivinicultura argentina.
Bibliografía:
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/04/120416_argentina_malbec_vs
https://www.parawine.com/articulo/764/asi-llego-el-malbec-a-sudamerica
https://conchaytoro.com/blog/malbec-una-cepa-dos-origenes
