El Carmenère es conocido por ser una cepa representativa de Chile, pero recién se empezaron a reconocer sus cualidades cuando fue redescubierta a principios de la década de 1990.
Durante más de 100 años, el Carmenère fue considerado extinto en Europa y el mundo, después de que, en 1867, la plaga filoxera la destruyera completamente. En Chile esta cepa había llegado a la zona central del país en la década de 1850 por unos enólogos europeos, pero confundida como una variedad de Merlot. No fue hasta el año 1991, cuando el ampelógrafo (científico que identifica y clasifica las vides) francés Claude Valat reconoció que no era Merlot. Sin embargo, no pudo ser identificada correctamente hasta 1994, cuando otro ampelógrafo francés, Jean Michel Boursiquot, pudo identificarla exactamente como el desaparecido Carmenère.
Esto trajo una revolución en la industria vitivinícola chilena, que si bien, al principio se resistió a los cambios, terminó introduciendo y aceptando el Carmenère, como una cepa emblemática en nuestro país, y buscando, en el nuevo siglo, desarrollar un vino que nos logre representar de la mejor manera en la industria vinícola internacional.
Bibliografía:
Pszczólkowski T., Philippo. (2004). La invención del cv. Carménère (Vitis vinifera L) en Chile, desde la mirada de uno de sus actores. Universum (Talca), 19(2), 150-165. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-23762004000200010
Pszczólkowski T., Philippo. (2013) “Carmenère, mayoría de edad…” Estudio Avanzados 20 (dic. 2013): pp. 137-153.
